1 de febrero de 2006

No dejarse llevar por la corriente


Amo la vida con la pasión de quien no espera mucho de ella. Si como dicen, es verdad que la pasión se sustenta en el deseo y el deseo en la esperanza y la espera, algo no acaba de cuadrar. No me importa. Puede que que el convencimiento de que nada puede verse desde el otro lado me anime a permanecer aquí. Pero quedándome arriesgo ser arrastrado por la vorágine hasta un ángulo sin visión. Muero sin morir en mi para poder seguir viviendo. Ya no temo ser un voyeur. Sigo viendo apasionadamente, porque la pasión no mata la vista, aunque ciegue el entendimiento.